Aquí en España muchos jóvenes están en la calle porque no ven claro su futuro.
Durante la Cumbre del Clima de la COP16 en Cancún los jóvenes llevaban camisetas que decían: ¡Habláis durante tanto tiempo que nosotros ya seremos ancianos! ¡No nos digáis que necesitáis más tiempo!
Nosotros somos el futuro, pero si no tenemos un futuro, ¿qué queda para nosotros?
Los adultos conocen cuales son los problemas del mundo, e incluso sabemos las soluciones. Pero nosotros, los niños no entendemos por qué hay tan poca acción.
Algunos adultos se esconden detrás de los escépticos del cambio climático. Si nos atenemos a los científicos que dicen que hay una crisis climática y descubrimos dentro de 20 años que estaban equivocados, nosotros no habremos hecho nada mal. Pero si seguimos a los escépticos y dentro de 20 años descubrimos que estaban equivocados, entonces ya será demasiado tarde para salvar nuestro futuro.
Si dejas que un mono elija entre una banana ahora o seis plátanos más tarde, el simio siempre elige la opción de un plátano ahora. Si muchos adultos piensan como un mono, entonces los niños tenemos un gran problema.
Nosotros, los niños y los jóvenes debemos tomar el futuro en nuestras manos. Para ello hemos desarrollado un programa de 3 puntos con el objetivo de salvar nuestro futuro:
1. LLevar las emisiones de CO2 a los museos, de aquí al 2050
2. LLevar la pobreza a los museos a través de la justicia climática
3. Plantar 1.000 millones de árboles en el mundo
Si cada persona en el planeta planta 15 árboles en los próximos 10 años, vamos a lograr nuestro objetivo de aquí al año 2020.
Empezemos la plantación de árboles más ambiciosa que se ha hecho nunca en España, involucrando a los jóvenes de la calle.
Es posible. ¡Podemos hacerlo!