Se promueve en los niños cuatro cosas muy simples: que sientan, que imaginen, que hagan y que compartan. Los pasos en Design for Change son:
- Que los niños conozcan su alrededor, que se den cuenta de lo que ocurre en su entorno.
- Que los niños puedan tener ideas y hacer propuestas.
- Que los niños tengan confianza para diseñar y actuar en pro de un futuro más deseable y sostenible para su entorno.
Así los niños se sienten excitados y se implican y comprometen con sus vidas y las de su comunidad. Jóvenes que lo hacen bien y que hacen el bien.
No puedes cambiar a alguien sin cambiar antes tú mismo. Por ejemplo, el proyecto Heal, con enfermos de cáncer: se proponía a los niños que fueran al hospital para hacer compañía a los enfermos. No se trata de ir allí un día a sostener su mano, sino que es un viaje de 5 años. El cambio del mundo empieza por sentir, por tener sentimientos por los otros. Y luego ya vienen los buenos resultados académicos, en matemática, en lengua inglesa, etc.
La idea es que si la ciudad da algo a los chicos, ellos devuelven algo a la ciudad. En un proyecto tomamos las calles de la ciudad, creamos una ciudad para los niños, amable, inclusiva para todos los niños.
El objetivo de la educación es simple: se trata de conseguir una vida mejor que la actual. Y esto no sucede por casualidad, esto se logra con diseño, con el diseño para el cambio.