Todo empezó con un viaje familiar a Ecuador. En un orfanato, descubrimos que la biblioteca estaba cerrada con un candado, porque los libros eran obsoletos, y no interesaban a nadie. En ese momento tuve la convicción de que debía tomar una decisión importante. En ese momento trabajaba para Amazon.com, y estaba inmerso en el mundo de la tecnología y de los libros. ¡Tenía que hacer algo!
Pensé que un aparato como un lector de libros digital podía cambiar esa imagen de la biblioteca vacía y cerrada con un candado. A través del teléfono móvil podía conectarse esa biblioteca en Ecuador a una biblioteca universal, y decidí dedicar mi vida a llevar libros a todos los niños del mundo.
Amazon nos donó los primeros 30 lectores digitales para poder arrancar el proyecto. Empezamos a hablar con grandes empresas del sector editorial para que nos donaran gratuitamente algunos títulos. Y después fuimos a hablar con los responsables públicos de educación en algunos países africanos.
Descubrimos que millones de niños en África nunca han tenido un libro en propiedad. Incluso existe el dicho popular: "Si quieres esconder dinero en África, mételo dentro de un libro, y nadie lo encontrará".
Empezamos a repartir lectores electrónicos en una escuela en Ghana, y en cada uno de ellos descargamos cientos de libros.
Al cabo de pocas horas, los niños empezaron a interesarse, a divertirse con los e-readers, y nos dimos cuenta de que podíamos realmente marcar una diferencia en su vida.
En 2 años hemos conseguido enviar 182.013 lectores electrónicos en Ghana, Kenia y Uganda, con un coste muy bajo. Ahora, estos niños leen cada día y ello mejorará sus oportunidades y su calidad de vida.
Una de las niñas, en Ghana, ha leído más de 100 libros desde que empezamos nuestro programa. Ahora quiere ser escritora y promover la lectura de libros entre otros niños.
Nuestro próximo objetivo es llevar a África un millón de lectores electrónicos.
Ahora, además, introducimos en los e-readers mensajes de sus ídolos (futbolistas famosos) animándoles a que lean más.
Cada uno de nosotros en nuestra vida llegaremos a un punto en que habremos obtenido cierto éxito y deberemos tomar una gran decisión: es hora de hacer algo diferente. Evolucionar del éxito a la relevancia, para poder tener un impacto entre los que lo necesitan.
Y espero que todos los que estamos en esta sala podamos hacerlo algún día: convertir nuestro éxito personal o profesional, en impacto para mejorar la vida de los demás.
A través de sus lecturas, estos niños van a cambiar el mundo, y nosotros queremos ayudarles a que lo hagan.