Resulta curioso comprobar que el entorno en el que te has criado y en el que vives afecta a aquello en lo que te conviertes, y que incluso afecta a la sociedad y sus valores fundamentales.
En Finlandia, a causa de unas condiciones de vida extremas, debes saber arreglártelas y salir adelante con unos recursos limitados: planificando, preparándote para el futuro, colaborando con los demás y cumpliendo lo que prometes. Esto es así porque, sobre todo en el pasado, estas condiciones naturales hacían que tu vida y la de los demás dependieran justamente de valores como la colaboración y el cumplimiento de los compromisos asumidos.
Es decir, colaboras para sobrevivir. Y diría que son estos mismos valores y manera de actuar los que Europa necesita ahora mismo. A Europa no le basta con innovaciones incrementales; lo que haría falta es centrarse en innovaciones estratégicas que cuestionen todo el sector a escala mundial.
Una organización PUEDE tener una estrategia si hace cosas diferentes de las que hacen las demás O BIEN si hace lo mismo, pero de una forma diferente.
La innovación estratégica, así pues, reúne tres características fundamentales:
- tiene un gran impacto en el mercado, ya que cambia las reglas del juego de todo un sector;
- tiene importancia para los clientes (porque soluciona más eficazmente sus necesidades);
- se puede conseguir solo actuando de una manera diferente de como lo hacen los otros.
Para crear innovaciones estratégicas se necesitan tres elementos básicos:
1) aumentar la calidad de las ideas (pensando a gran escala, soñando; incluso hacemos auditorías de sueños con empresas para comprobar si sus objetivos son lo suficientemente ambiciosos);
2) reducir el alcance de la experimentación práctica (aunque pienses a gran escala, la clave es actuar a pequeña escala, poner las ideas a prueba y hacer experimentos desde el principio mismo);
3) y hacer todo esto junto con otros, es decir, colaborando en ello: son procesos demasiado complejos para afrontarlos solo.
Aquí, la clave es la unión de los tres componentes: pensar a gran escala, actuar a pequeña escala y hacerlo en colaboración.
Y actuar es fundamental. Para poder pensar de una manera diferente debes, en primer lugar, ACTUAR de una manera diferente. Y es que cuando creas algo nuevo de verdad —como es el caso de las innovaciones estratégicas—, no puedes avanzar solo a fuerza de planificar, porque no tienes ninguna información en la que puedas basar estos planes: aún no se ha hecho nunca.
Por tanto, debes generar esta información mediante la experimentación práctica con tu idea. Debes probarla y ver qué funciona y qué no. Y eso también exige estar preparado para aceptar que te has equivocado, para fracasar y para aprender de ese fracaso.
La Universidad Aalto se fundó en el 2010 a partir de la fusión de tres universidades finlandesas, las más importantes en el campo de la tecnología, el diseño y las ciencias económicas. El objetivo de Aalto es formar a los alumnos para convertirlos en profesionales cualificados que dominen la técnica de colaborar entre diferentes disciplinas y que tengan una mentalidad emprendedora.
Por tanto, es un entorno tanto físico como mental concebido para
- fomentar la colaboración interdisciplinar;
- aplicar el aprendizaje basado en problemas; y
- construir prototipos y hacer experimentos.
Los factores clave para favorecer la colaboración y la experimentación en Design Factory son tres:
- mantener una atmosfera informal y relajada;
- evitar las jerarquías y la burocracia; y
- transmitir la idea de que los errores son inevitables y necesarios para aprender, incluso deseables.
El elemento fundamental a la hora de crear un entorno que incite a colaborar y a experimentar con las ideas es que sea abierto y equitativo y que esté basado en la confianza. Si demuestras confianza, a cambio también recibirás confianza y un comportamiento responsable.
Formar a los alumnos para que aprendan a colaborar, a confiar en sus propias capacidades y a poner en práctica sus ideas es una combinación que realmente les empodera. Los estudiantes no quieren limitarse a hablar de sus ideas; lo que desean es hacerlas realidad. Y eso sí es una motivación fuerte.
Pero todos sabemos que para generar cambios no basta con soñar. Es indispensable trasladar estos sueños a la esfera real mediante la experimentación práctica, y la experiencia demuestra que a veces hay que estimular a las personas para que actúen de otra manera; en cierto sentido, darles permiso para que adopten esta actitud. James Bond tiene una licencia muy especial, pero nosotros hemos creado otra: la licencia para actuar de una manera diferente.
Esta licencia se basa en la idea de que nuestros hábitos de trabajo y también nuestras vidas privadas están repletos de convencionalismos que, aunque no nos gusten, hemos aceptado y que pueden coartar nuestra creatividad y nuestra capacidad de hacer cosas. Esta licencia, así pues, autoriza a las personas a hacer cosas que se salen de la normalidad para cambiar el curso de los acontecimientos siempre que les parezca necesario para crear algo nuevo.
Es decir, que lo que hacemos es emitir licencias a personas para alentarlas a actuar de otra manera. En el momento actual, nuestra red de delegados ya suma casi 2.000 personas de todo el planeta, entre estudiantes, políticos, profesores e incluso el expresidente finlandés.
Y ahora, para extenderla también a España, querría invitar al Príncipe Felipe y a la Princesa Letizia a unirse a esta red de personas con licencia para actuar de una manera diferente. Os puedo prometer que no otorga superpoderes, pero sí puede servir de estímulo para aprovechar las capacidades que ya tenéis.
Ese pensar a gran escala del que hablaba antes, la capacidad de actuar de una manera diferente y la de saber colaborar se dan en cada persona individual. No se necesita primero un gran cambio en el conjunto de la sociedad, sino más bien al revés: son estas acciones las que cambiarán la sociedad. Es claramente un enfoque que va de abajo arriba. Lo que quiero que os quede de estas palabras mías, así pues, es una fórmula muy sencilla: sueña, actúa y permanece dispuesto a colaborar. Seguro que de todo ello saldrán grandes cosas.