Primera puerta: Grandes expectativas
- Estoy plenamente convencida de que todo el mundo lleva dentro la chispa de la creatividad... Todo es cuestión de práctica.
- Cualquier encuentro, cualquier situación nos ofrece una oportunidad de ser creativos.
- Todos tenemos deseos y sueños, y todos buscamos algo.
Segunda puerta: ¡Despertando tus sentidos!
La segunda puerta, más o menos como lo hacen los artistas y los niños, nos empuja a sucumbir a nuestros propios sentidos, a vivir una experiencia y a desarrollar nuestro instinto y nuestra intuición.
Tercera puerta: La caza del tesoro y la transformación creativa
Diversas generaciones de artistas, diseñadores, artesanos y técnicos han contribuido a configurar lo que hoy es Cirque du Soleil. La pregunta es: ¿qué hay que hacer para capitalizar las cualidades, extraordinarias pero sumamente divergentes entre sí, de estos grupos tan claramente diferenciados a fin de crear nuevos productos híbridos en el mundo del espectáculo y construir una empresa de éxito?
En el Cirque no nos dedicamos a hacer selección de talentos per se. En realidad, nuestro departamento de casting trabaja con dos objetivos principales: en primer lugar, rastrear todo el planeta en busca de ideas e inspiraciones que puedan servir de motor de nuestro proceso creativo y, en segundo lugar, tirar la caña para «pescar» a personas con talento que puedan garantizar la riqueza y la continuidad creativa y artística de nuestros espectáculos. De hecho, somos cazadores de tesoros en busca de las perlas más preciosas. Y no contratamos a las personas por lo que son ahora, sino por aquello en lo que pueden convertirse en un futuro.
Una vez hemos localizado el talento, ¿cuál es el siguiente paso? Nosotros hablamos de transformación creativa. Como persona o artista, y especialmente como gestor o director creativo, esto quiere decir:
- Trabajar fuera de nuestras zonas de confort.
- Intentar hacer cosas diferentes y asumir riesgos.
- No repetirse nunca.
- Aplicar la inventiva o la creatividad a las tareas y los problemas de la vida cotidiana.
Cuarta puerta: Un ambiente enriquecedor
Como líderes que somos en el mundo del entretenimiento y de la empresa, una de nuestras responsabilidades principales es diseñar y construir un entorno motivador que favorezca la productividad, la creatividad y el crecimiento personal.
En Cirque du Soleil, el espacio de trabajo ideal es un parque de juegos fantástico que, si bien puede estar regulado por un conjunto de normas, ofrece a cualquier diseñador, artesano o empleado un lugar ideal para ver el mundo a través de los ojos de un niño, es decir, con curiosidad, entusiasmo y ganas de jugar. En este espacio se respira un ambiente abierto y motivador que estimula el pensamiento y la acción creativos y que tiene en cuenta diversos principios básicos:
- Cuesta ser creativo en solitario. La verdadera creatividad necesita estímulos y colaboración.
- Es importante recordarles a todos los miembros del equipo cuál es el objetivo último, el producto, y potenciar el sentimiento de responsabilidad hacia su éxito o fracaso.
- Y finalmente, la estructura y la decoración de este parque de juegos son inspiradores y estimulantes al mismo tiempo... Un lugar que hace sentirse orgullosos a los empleados.
Quinta puerta: Catalizadores creativos
Todo el mundo sabe que a los diseñadores del Cirque no les gustan los presupuestos, los plazos y los recursos limitados. En privado, sin embargo, incluso ellos reconocen que estas "restricciones" nos obligan a ser aún más creativos e ingeniosos.
Dicho esto, también es importante estar abiertos a la influencia de todo lo que viene de fuera de nuestra organización y saber responder a otros estímulos más mundanos. Cuando el mundo necesita esperanza, debemos proporcionarle esperanza. Y cuando el mundo está preocupado por temas como el terrorismo, la contaminación del agua o la violencia juvenil... debemos dar ejemplo, situarnos a la vanguardia y promover cambios.
Por otra parte, cabe tener en cuenta el efecto que las diferencias culturales ejercen sobre el desarrollo de nuestros productos creativos. En el Cirque hemos aprendido a aprovechar, para inspirarnos, las más de 60 culturas diferentes que coexisten en la organización. Cada miembro del colectivo aporta como mínimo una parte de su propia cultura a la mesa de reuniones creativa, y todos estos elementos se convierten en activos culturales de gran valor para nosotros: la capoeira y las percusiones de Brasil, el didjeridoo australiano, el wushu, la ópera de Pequín o el kung-fu han acabado incorporándose a nuestros espectáculos multidisciplinares. Son importaciones culturales que enriquecen y mejoran nuestros productos.
Y, finalmente, debemos tener presentes las necesidades y las expectativas de nuestros clientes. La inmensa mayoría de los espectadores quiere divertirse, ver cosas que le sorprendan o le dejen literalmente boquiabierto, y evadirse, aunque solo sea un rato, de su realidad cotidiana. Y también hay algunos, pocos, que quieren emocionarse, enternecerse, vivir una experiencia que les transforme de alguna manera, descubrir un potencial desconocido en su interior y quizá, incluso, salir del espectáculo pensando que el mundo es mejor de lo que pensaban.
Sexta puerta: Correr riesgos
La creatividad es, ante todo, una cuestión de valentía y de estar dispuesto a asumir riesgos, probar cosas nuevas y compartir experiencias con los demás. De hecho, como persona, como empresa o como productor, la complacencia es el riesgo más grande que deberéis asumir nunca, y a menudo, el menos productivo.
La entrada del Cirque en nuevas formas de espectáculo y en el mundo de la televisión, el cine y el merchandising ha estado marcada por unos cuantos éxitos, algunos errores y muchas valiosas lecciones sobre la percepción que la opinión pública tiene de nosotros y sobre la mejor manera de proceder en el futuro. Uno de nuestros éxitos más recientes, Outside the box, es la colección de moda, lúdica y con un toque caprichoso, que ha surgido de nuestra colaboración con el equipo de diseñadores español de la marca Desigual.
Séptima puerta: Conservar el frescor del trabajo en equipo
Uno de los mayores retos que debe afrontar un líder creativo es hallar la manera de hacer que el "producto se conserve fresco" y conseguir que la compañía mantenga la motivación entre un gran proyecto y el siguiente.
- En Cirque du Soleil solemos decir que un jefe trabajador es el mejor ejemplo, sobre todo si manda sobre una plantilla relativamente joven. Los empleados se fijan en lo que hace su jefe y en cómo participa en el proceso creativo.
- Este jefe incentiva y acepta constantemente, y de una manera muy concreta, las ideas y el feedback de los empleados.
- Además, sabe aceptar que a menudo hay diferentes maneras de llegar al mismo resultado final. Es una cuestión de "apropiación" creativa.
- Como empleado, diseñador o directivo, debes asumir el compromiso de examinar críticamente tu propio trabajo o tu producto desde una óptica externa, desde el punto de vista del consumidor.
- Estar en conexión permanente con tu producto final también quiere decir dedicarle esfuerzos continuados en investigación y desarrollo a largo plazo y cuestionar constantemente su relevancia en el cambiante mundo actual. ¿Sigue mi producto respondiendo a las demandas del mercado?
- Y finalmente, debes reforzar el contacto de tus empleados con el producto que haces: que vean el espectáculo, que se pongan la ropa, que conduzcan el coche... De esta forma, fomentas un sentimiento de "propiedad" y orgullo hacia el producto y compartes el éxito con ellos.
Y este es, amigos y amigas, mi desafío personal para todos y cada uno de vosotros; ¡porque también vosotros podéis influir creativamente en vuestra organización, en vuestro equipo y en vuestra vida!
