Ouishare es un ejemplo de organización abierta y colaborativa. En 2009, un año después del inicio de la crisis, estaba estudiando administración de empresas y no entendía el sentido de los negocios. Empecé a viajar, por Sudamérica sobre todo, gracias al couchsurfing. Fue mi primera experiencia de economía colaborativa, y más allá, de esta cultura i sociedad colaborativa que está naciendo. Cuando volví a Francia, quería compartir esta experiencia, que tenía para mí más sentido económico, social, medioambiental. Entonces empecé un blog. Después de un año de pocas visitas, conocí a personas con las mismas inquietudes a través de las redes sociales.
Empezamos una comunidad, al principio bastante informal, pero con muchos encuentros en la vida real, que es como se genera confianza; y sin confianza no se puede colaborar en línea. En 2012 nació Ouishare, organizando eventos por todo el mundo para conocer gente que compartía nuestras emociones. Tratamos de apoyar y empoderar a ambajadores en distintas ciudades de Europa i Latinoamérica para conectar con la comunidad. Nuestro propósito es aportar conocimiento sobre los avances sociales de la economía colaborativa para empoderar a los ciudadanos y orientar a los gobiernos.
He aprendido que si realmente estamos vinculados con un sentido que es más fuerte que sacar provecho en una empresa, un sentido que es cambiar el mundo y aportar algo beneficioso para todos, con las redes sociales es posible hacerlo porque hay algo mágico que pasa. Y he aprendido que podemos confiar en los demás. Vivimos en sociedades donde confiamos cada vez menos en la gente. Pero es bueno confiar, y al principio no poner demasiada estructura ni demasiadas reglas. Valores y principios funcionan mejor que reglas y títulos. Los valores y principios son el corazón de lo que hacemos cada día.
En un estudio del Institute for the Future se afirma que las nuevas capacidades que necesitamos para el mundo que viene son casi opuestas a la que necesitábamos en el mundo del que venimos. Ahora hay cada vez más jóvenes que tienen esas capacidades, pero no encajan en las grandes empresas. Los genios no tienen trabajo porque cuando tienen una oportunidad de trabajar en una empresa tradicional, no encajan en la cultura de la empresa. Recomiendo que lo contraten para que ocurran cosas impredecibles e increíbles.
Vivimos una época muy complicada, pero realmente somos una generación afortunada porque todo está por crear. Hay un nuevo mundo asomando y vosotros lo vais a crear. Tenéis que ser menos consumidores y más productores. Si empezáis a compartir, veréis que mucha gente querrá compartir con vosotros.