ANDREU VEÀ
Nunca había trabajado tanto ni había cobrado tan poco, pero compro la libertad, y ahora soy muy feliz.
Hay que valorar la potencia que tiene dar cosas, ofrecerlas a la sociedad para que las pueda mejorar.
Durante muchos años he tenido la oportunidad de conocer a las personas que han cambiado nuestra existencia. Las podríamos denominar VYP, “viejos y pobres”, porque son desconocidas y ninguna de ellas se ha hecho millonaria. Debemos mostrar un reconocimiento a todos estos pioneros de la tecnología que nos ha cambiado la vida.
Los grandes nombres de Internet que ahora conocemos, los creadores de Google, Facebook y Twitter, sí que se han hecho millonarios, pero ellos se han limitado a crear aplicaciones y nuevas funcionalidades sobre los fundamentos que construyeron los pioneros. Gracias a estos pioneros, Internet ha funcionado hasta ahora como un sistema de inteligencia distribuida.
Muchas de las tecnologías y los desarrollos que ahora nos sorprenden ya forman parte de nuestro presente, no del futuro. Cuando pensáis que algo es magia, ¡quiere decir que es tecnología!
PAUL MOCKAPETRIS
¿Cómo creé el DNS?
Al principio, todos los expertos creían que Internet era algo pequeño, que no serviría para tareas importantes, y por eso pensaron en hacer un edificio muy pequeño, una tienda de campaña. Yo me imaginé el potencial que tendría, y por eso hice los cimientos de una catedral. Quería construir algo grande, que se pudiera extender.
Cuando se diseña una tecnología siempre se hace pensando en que la gente la continúe, en que se le den nuevos usos más allá de la finalidad para la cual se había concebido inicialmente. Fue así como se fueron ampliando los usos de Internet. Hubo una evolución en el tiempo.
Debemos construir tecnología con la vocación de que otras personas la puedan desarrollar, ampliar, mejorar. Es preferible hacer algo que pueda evolucionar que diseñar un plan perfecto que funcione de inmediato al 100 %.
En la actualidad, cualquier persona puede gestionar un dominio en Internet. Puedes construir tu propia identidad, actualizar el sistema. Hay 60 usos diferentes de DNS que son populares. ¡Yo solo inventé tres!.
Cuando se amplía una tecnología, también se le están dando más años de vida. Si queréis desarrollar algo que continúe estando vigente de aquí a 200 años, ¡escribid música, y no protocolos de Internet, que en seguida quedan obsoletos!.
Pensad que no todo está inventado.
Lo importante es: ¿quién participa? Que sea una tecnología disponible para el máximo de personas.
Con el cloud computing, si puedes crear una aplicación útil, no hay costes de réplica: puedes hacer tantas copias como haga falta y, así, el conocimiento se difunde mucho más deprisa.
En el mundo abierto lo que falta es un poco de privacidad, intimidad; aún no hemos encontrado el punto medio entre privacidad y publicidad. Pero seguro que hay una solución sencilla y que dentro de unos años nos preguntaremos por qué en el 2014 aún no se le había ocurrido a nadie. ¡Encontradla vosotros!
