El Fórum IMPULSA fue un evento organizado por la FPdGi que se celebró anualmente en el Auditorio de Girona los años 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. El objetivo era ofrecer un espacio de oportunidades para que los jóvenes perdieran el miedo a emprender y a compartir sus ideas. Más de 5.000 jóvenes pudieron compartir en las diferentes ediciones del Fórum sus ideas y proyectos, adquirir experiencia, hablar con profesionales y emprendedores consolidados, explorar sus habilidades personales y profesionales

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Cuatro experiencias compartidas sobre la tenacidad, el compromiso y la pasión por un proyecto

Juan Carlos Ortega Felipe Campos Leticia Moreno Oriol Mitjà Javier Agüera

Mesa redonda

JCO (Juan Carlos Ortega): Oriol, ¿cómo cambió tu vida el Premio FPdGi?

Oriol Mitjà: Antes del premio, me hice dos reflexiones: 1) existen pobres en el mundo, y 2) en el planeta hay recursos suficientes para evitarlo. Hay que dar acceso a todos a los servicios básicos. Fui a Papúa Nueva Guinea para trabajar en la curación de las úlceras de la piel que muchos niños sufrían por falta de medidas higiénicas. Encontré una pastilla que podía curar estas úlceras tropicales. Con el descubrimiento y el premio bajo el brazo me fui a Ginebra, y la OMS me prestó todo su apoyo y confió en mí para erradicar la enfermedad de una provincia de Papúa. Dos años después, lo hemos conseguido.

 

JCO: Javier Agüera empezó a hacer negocios a los ocho años. El primer IVA que tuvo que pagar fue a los trece años. Se disfrazó de personal de la limpieza para entrar en el congreso mundial de móviles.

Javier Agüera: No se trata de que una mañana te levantes y montes una empresa, sino de que tienes una inquietud que va creciendo y, de forma natural, ves que necesitas más gente y más recursos para desarrollarla. En el 2012 la empresa tenía 15 empleados y actualmente tiene 150. Estamos trabajando para que los teléfonos móviles tengan más seguridad. Después de pasar dos años en San Francisco, ahora vuelvo para llevar el negocio desde Madrid, porque todos los contactos, de I+D, de desarrollo, etc., están aquí.

 

JCO: Leticia tiene una sensibilidad fuera de lo común. Su proyecto actual es aprovechar la emoción que se genera cuando un grupo de gente escucha algo celestial para ayudar a resolver los problemas terrenales.

Leticia Moreno: En los últimos conciertos en Madrid surgió la oportunidad de colaborar con Unicef. Entre las piezas que tocábamos, hablé de los niños víctimas del terremoto de Nepal. Este lenguaje tan poderoso que es la música puede romper barreras y hacer que la gente se motive, se emocione, para trabajar por un mundo mejor. En el momento del concierto, en un mundo tan acelerado, tan estresante, los asistentes retornan a sus sueños, a sus deseos, y pueden sentirse inspirados para colaborar con causas como las de Unicef.

En lugares como este auditorio se concentra mucha energía. Al recibir el premio, miras atrás y te das cuenta de que el trabajo, el recorrido vital tiene sentido. La música clásica es algo en lo que te abstraes y parece que no veas más allá. Hasta entonces había participado en proyectos de otras personas. El Premio FPdGi fue un momento de inflexión, e inicié un primer proyecto propio: rescatar parte de nuestro patrimonio cultural. El repertorio para violín español es muy desconocido, incluso en España. Y me di cuenta de que había unas joyas maravillosas para mostrar a todo el mundo. Contacté con Deutsche Grammophon, hablé con la Fundación BBVA, y el disco salió al mercado: ha tenido mucho éxito y he hecho una gira.

 

JCO: Felipe, explícanos qué hace Itaca.

Felipe Campos: Itaca es la isla de los sueños. El premio ubicó en el mapa el barrio de La Torrassa, de L’Hospitalet de Llobregat. Somos muchas las organizaciones que, desde el anonimato, luchamos por la garantía de derechos y la generación de oportunidades para niños, jóvenes y familias. Solucionar la pobreza infantil es responsabilidad de todos. La infancia cada vez es más corta pues, a causa de la crisis, los niños tienen que madurar antes. Hay que ir a la raíz del problema: la conciliación laboral y familiar, para que los niños no estén solos. Somos afortunados porque contamos con la confianza de muchos adultos que nos piden que cuidemos de sus hijos. Juntos queremos cambiar el mundo.

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